El Camino después de la GuerraVideo con el Testimonio de un Sobreviviente durante y después de la Guerra

La vida cambiante de las islas y los tesoros a preservar

Sra. Tomi Ito

Año de nacimiento:1928

Lugar de nacimiento:Henza, ciudad de Uruma

El fin de la guerra en el Japón continental

Estaba en Osaka cuando estalló la guerra, y cuando terminó la guerra, estaba en Toyama. Después de graduarme de la escuela primaria, tenía la intención de continuar con la educación superior. Después de graduarme, pensé que podría asistir a alguna escuela de confección en Japón continental, porque tenía un tío que vivía allí. En ese entonces, había una agente mediador que se encargaba de empleos, y cuando consulté con esa persona, me dijo que podía llevarme a Japón continental. Le pedí prestados 30 yenes a mi madre, y me preparé sin decírselo a mi familia. Avisé a mi familia que me iba a Japón continental solo el día antes de partir, y el agente mediador me llevó a Japón continental. Yo niña ingenua, pensaba que podía asistir a una escuela de costura, pero el agente mediador, me llevó a una hilandería. La empresa se llamaba «Shikishima Bouseki Sociedad Anónima» ubicada en la ciudad de Osaka. No tenía intención de trabajar en una hilandería pero ahí fue donde me llevaron. Yo tenía 13 años y me acababa de graduar de la escuela primaria, así que no sabía nada, y el agente mediador simplementeme me llevó ahí.

Mi primer trabajo en la hilandería fue la mezcla de algodón. Este proceso, se trataba de poner algodón en una máquina para hacer hilo. Después de la mezcla de algodón, trabajé en el batido del algodón y el hilado grueso. Después de mudarme a Toyama, me asignaron al tejido mecánico. No recuerdo haberme sentido que estaba muy ocupada en aquella época, solo estaba concentrada en trabajar duro para ganar dinero. En ese entonces, no tenía muchos artículos cotidianos, mi familia me envió cupones para ropa, y pude comprar calcetines y toallas. En aquel entonces, todo se compraba con cupones. Enviaba un poco de dinero a casa pensando que ayudaría a mi familia. De mi sueldo mensual de 26 yenes, dejaba 2.5 yenes para mi bolsillo, y cada mes enviaba 5 yenes para mi familia junto con una carta para mi madre. Según mi madre, ahorraron el dinero que enviaba, y con eso consiguieron cavar un pozo. La bomba fue lanzada sobre Hiroshima. Debido a la proximidad de Hiroshima y Osaka, pensé que sería peligroso quedarme allí. Japón todavía no se había rendido, así que al día siguiente que se lanzó la bomba, evacué a la Prefectura de Toyama. Me quedé en Toyama durante un año y medio.

Repatriación a Okinawa

Recibí una carta de mi tío que vivía en Yokohama. Me referí a la dirección de la carta y fui a Yokohama a visitarlo. Mi tío y su familia estaban preparándose para regresar a Okinawa. Luego, regresé a Toyama y me puse en contacto con la Oficina de la Prefectura de Toyama, me enteré de que podíamos volver a Okinawa y comencé a prepararme para regresar a casa. Alrededor de Noviembre de 1946, me quedé en el campo de concentración de Nagoya durante un mes. El 12 de Diciembre, abordé un barco militar estadounidense (barco de desembarque de tanques) y regresé a Okinawa. Pasé una noche en el campo de concentración de Kubasaki en Nakagusuku. Un funcionario de la Oficina del Gobierno vino a recogerme y me llevó de vuelta a casa. Regresé junto con habitantes de la isla Henza. También había 7 u 8 de mis compañeros de clase.

La vida de posguerra

Inmediatamente después de la guerra, habitantes de las islas cercanas fueron concentradas en la isla Henza, Había varias familias viviendo juntas, pero para cuando volví, eso ya había terminado. En mi casa natal, vivíamos sólo con mi familia. Mis abuelas solían ir al mar a recoger mariscos y cangrejos cuando la marea estaba baja, así que no teníamos dificultad para encontrar comida. Cosechábamos cebolletas chinas, «nigana» (verduras amargas) hojas de «kazura» (hojas de patata dulce) y puerros, y los comíamos con algunos fideos. También hicimos tofu con frijoles usando un mortero que teníamos en la casa.

Mi madre trabajaba como jornalera casi todos los días. Mis dos abuelas vivían con nosotros en casa. Yo ayudaba a mis abuelas con el trabajo en el campo, llevando patatas dulces que desenterraban. También iba a buscar agua, y ayudaba prácticamente con todo el trabajo de la casa. Los campos estaban llenos de piedras en aquellos días, y así como estaban, era difícil cultivar patatas dulces. Trajimos arena de la playa y la mezclamos con la tierra del campo. Eso facilitó el cultivo de patatas dulces, pero, solo pudimos cosechar patatas dulces asi de pequeñas. La isla Miyagi tenía una tierra mucho mejor y producía patatas dulces mucho más grandes. Traían esas patatas dulces para venderlas en un sabani (barco de pesca tradicional), y todos íbamos a la playa a comprar las patatas con «baaki» (cestas de bambú) en mano.

Vida despues del matrimonio

Una vez mencioné que consideré trabajar para el ejército, lo que hizo que mi padre se enojara conmigo y me hizo casar de inmediato. Regresé a Okinawa cuando tenía 19 años, y me casé a los 20 años. Mi esposo estuvo en Osaka hasta 1943. Desde que el regresó a la isla Henza, trabajó como marinero. La familia de mi esposo ha sido marinera durante generaciones. Después de nuestro matrimonio, mi esposo cambió de oficio. Construyó un sabani, se unió al sindicato de transbordadores, y comenzó a trabajar en el negocio del transporte marítimo. Transportaba desde y hacia la isla Henza hasta que se construyó la base de reservas de la Corporación petrolera Gulf. Otras veces, cargaba leñas desde Yanbaru (norte de Okinawa) y las vendía en áreas alrededor de Yonabaru. Mi esposo se encargaba de las ventas, y yo de los pedidos, e íbamos a Yanbaru. Un intermediario de la isla Henza vivía en un lugar llamado Kanna en la aldea de Ginoza, coordinábamos con esta persona los detalles de la fecha para recoger la mercancía y mi esposo iba a vender las leñas al Pueblo de Yonabaru. Vendimos leñas en los días libres del negocio del transporte marítimo, que era generalmente un día a la semana. Además de vender leña, en nuestros días libres hacíamos muchas otras cosas, como el trabajo agrícola. También operábamos un servicio de alquiler de barcos que los estadounidenses usaban para pescar.

Teníamos dos chozas de cerdos en ese entonces, con tres cerdos en cada una, criábamos seis cerdos. Una vez que tuvimos 10 lechones más, los vendí por 10 dólares y compré una máquina de coser. Hoy en día, los cerdos blancos son lo convencional, pero en aquella época, todos eran cerdos negros.

Un mensaje para los jóvenes

Espero que los jóvenes aprendan el «Shimakutuba *» * Lengua tradicional de Okinawa Quisiera que aprendan y dominen el «Shimakutuba». Si no saben la lengua local, no entenderán sobre la comunidad local. Eso es válido en todas las regiones. Esto es cierto no sólo en la isla Henza, sino para cualquier otra región. El dialecto es una importante lengua común compartido por todos en la comunidad. Realmente deseo que la gente joven aprenda los dialectos locales.

♪ Suurii agari bushi ♪
(A una hermosa mariposa que vuela hacia el Este) (Suurisaasa surassa haiya) (Le entregué un mensaje, espero que lo hayas recibido) (Suurisaasa surassa haiya)

Esta canción es completamente en el dialecto local. Muchos niños de la isla principal vienen aquí a la isla Henza, pero como no entienden el dialecto, no entienden el significado de las canciones. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para transmitir estas canciones locales. Aprender el dialecto es fundamental para transmitir la cultura a generaciones futuras.


La Sra. Tomi Ito vive en la isla Henza, ha estado activa en actividades para mejorar la vida local, así como sus esfuerzos dedicados a transmitir la cultura a futuras generaciones a través de su participación en la Asociación de Mujeres, el Club de la Tercera Edad, y el Comité de Administración Pública. En particular, participa activamente en actividades de preservación de la lengua de la isla Henza, que se canta en los eventos tradicionales, como «Sangwachaa» y «Usudeeku».